El pibe que arrancó de lateral y hoy se transformó en una de las armas ofensivas más peligrosas del equipo, pero también, armó un tándem con Fabra que empieza a tener señales de otro acierto táctico de Jorge Almirón. "Con Fabra nos entendemos bien", tiró después del 1 a 0.

Fundamentalmente, fue la llave de la victoria, justamente en una posición en la que se está terminando de acomodar, más allá de tener el reflejo de su paso por las Infantiles.

Es sabido, en definitiva, que el Colo arrancó en el club como volante ofensivo y luego, en Novena, Luis Rogelio Lúquez, un ex jugador del club que lo dirigió en esa categoría, lo ubicó de lateral izquierdo.

"Voy a jugar por donde me necesite el equipo, donde me necesite el técnico. Siempre por la banda izquierda, y siempre para adelante", dijo después del encuentro.

A Barco, contra el Globo, sólo le faltó el gol. Sin embargo, tuvo una chance clarísima, en esa jugada increíble en la que Fabra definió al palo y él estrelló el rebote en el travesaño. "En la que le pegué al travesaño no lo vi a Luisito que estaba solo. Recién lo vi en el video (en el vestuario), por suerte ganamos. Me cagó a puteadas, pero después me entendió", contó el Colo, sobre esa jugada que pudo haber sido su segundo gol en la primera de Boca.