Boca logró en La Plata el triunfo más importante de los 16 partidos que lleva Battaglia como entrenador de la Primera. Llegaba al partido con Estudiantes con su puesto en jaque. Y esto, aunque sea negado, era así.

La derrota con Huracán fue el detonante para que quienes deciden se replanteen qué hacer. Puertas para adentro, Battaglia es mirado de reojo por el nivel futbolístico del equipo y por sus decisiones. Llegaba al encuentro del domingo cuestionado por el Consejo y por el público en general.

Se jugó una carta fuerte: Pol de 5. Medina a la derecha, mantuvo a Ramirez por izquierda y puso a Molinas de enganche. Romero, arriesgado por el propio DT, se perdió el partido por problemas musculares.

Ahí nació el nuevo Boca. Todo le salió perfecto.

Pol fue clave. Le dio otra salida, otra claridad y Boca tuvo juego. Su asociación con Molinas fue decisiva. Aaron fue el enganche que asistió a los delanteros. Villa también fue importante. Medina y Ramirez por los costados fueron profundos pero también solidarios a la hora de marcar. Boca fue protagonista.

Boca jugó un buen partido, fue superior a su rival y ganó en una cancha brava. El rival llegaba invicto y sólido. Boca se repuso a una injusticia: el penal que Rossi le atajó a Diaz. Echenique inventó una falta de Fabra en una jugada que había arrancado con posición adelantada. Boca jugó un partido como hacía mucho no jugaba.

Se viene el Superclásico. Todo lo bueno que hizo Battaglia para este partido no lo puede tirar a la basura. El DT de Boca se tiene que animar a ir a jugar así a la cancha de River.

Alfaro, Russo y el mismo le tuvieron miedo a River. Lo respetaron demasiado. Boca es demasiado grande para ir a esa cancha a esperar al rival. Battaglia debe repetir todos los nombres: Figal y Benedetto (si está bien) adentro y listo. Está prohibido ser temeroso.

En esta clase de partidos, Battaglia ha fallado. No ganó ningún clásico como entrenador. Tiene una oportunidad perfecta. Encontró el funcionamiento que nunca tuvo. Que lo repita. Si las cosas no salen bien yendo a buscar el encuentro, será muy distinto a caer derrotado saliendo a jugar con temor. La historia de Boca marca cómo se afrontan estos partidos. Battaglia debió aprender de su error cuando se fue a defender al Monumental y con la expulsión de Rojo, encontró excusas inútiles.

Es la gran chance para que Boca despegue. Futbolística y anímicamente. Todo depende de las convicciones del DT y la actitud del grupo de jugadores. El domingo dieron el primer paso. Prohibido volver atrás.