La imagen que dejó Boca en el debut de la Copa de la Liga no fue la mejor ni la esperada. Es cierto que Diego Martínez tuvo que lidiar con varias ausencias para poder confeccionar el mejor equipo posible, al menos desde los nombres porque los rendimientos quedaron en deuda.

Javier Mascherano y la Selección Argentina Sub 23 le quitó la posibilidad al nuevo entrenador de poder trabajar en la pretemporada con Equi Fernández, Cristian Medina y Nicolás Valentini. Y como si fuera poco, en plena preparación se lesionaron Marcos Rojo y Marcelo Saracchi, dos potenciales titulares para Martínez en el inicio de la Copa de la Liga.

Frank Fabra nos regaló con su declaración al final del partido la explicación de por qué Boca se sintió tan incómodo durante el primer tiempo y protagonizó uno de los inicios de partido más flojos de los últimos meses: "Trabajamos y preparamos el partido pensando que Platense jugaría con línea de 4 y de arranque nos sorprendió con línea de 5". Corregir la equivocada estrategia le llevó 45 minutos a Boca. Pudo haber pagado muy cara la demora, sin embargo El Calamar no tuvo lucidez en la primera parte.

Volviendo a la parte alta del texto, vimos una versión muy parecida a la que lamentablemente desde lo futbolístico Boca nos tenía acostumbrados. La llegada de Diego Martínez auguraba al menos vislumbrar una idea o una intención innovadora más cercana a lo que veíamos de los equipos del entrenador cuando estuvo a cargo de Tigre o Huracán. Sin embargo, nada cambió. ¿Será porque los mismos protagonistas continúan ocupando los mismos lugares que venían defendiendo sin rendir de acuerdo a lo esperado?

En la primera línea ya sabemos lo que pueden dar Advíncula, Figal y Fabra. Solo Cristian Lema debía rendir examen y vaya si lo aprobó. Consiguió lo que ningún defensor de Boca en 2023 había logrado: alcanzar los 12 duelos ganados más la valla invicta. Ah, a Fabra le trajeron a Lautaro Blanco para sumarse al lateral izquierdo junto con Saracchi y el colombiano demostró que si está bien, siempre será titular simplemente porque es el mejor.

En la mitad del campo el único que zafó de las críticas fue Jorman Campuzano. Desde su orden y sentido de ubicación le sobró para destacarse por sobre Pol, Ramírez y Bullaude. Estos últimos hace rato que no rinden de acuerdo a lo deseado. Y si a este preocupante panorama le sumamos que Zenón entró muy bien, el ex Unión dejó en claro que vino para ser titular.

Los delanteros, tanto Merentiel como Langoni, al menos yo los libero de culpa y cargo. Cuando un mediocampo no funciona, nada se les puede recriminar a los atacantes. Igualmente, Cavani entró bien y Benedetto muy bien. Son 2 alternativas interesantes para comenzar una rotación deluxe, teniendo en cuenta que Boca debe jugar cada 3 días.

Por ende, para la segunda función Diego Martínez deberá cambiar sí o sí. Argumentando no solamente el desgaste de jugar cada tan pocos días, sino el bajo rendimiento crónico de algunos. Al nuevo entrenador no le queda otra alternativa, si continúa haciendo lo que venían haciendo los anteriores conseguirá los mismos resultados. Por eso deberá cambiar y apostar a ver un Boca más condescendiente al plantel que tiene.