Cuando está por terminar este primer semestre, esta primera etapa del año, se podría decir que este sube y baja que es Boca, en cierto sentido, desconcierta. Venimos sosteniendo contra viento y marea que el proceso futbolístico que encabeza Diego Martínez está en crecimiento, va alcanzando los niveles óptimos que uno pretende de un equipo.

El equipo sale de memoria, los jugadores entienden el mensaje, van ejecutando al pie de la letra lo que el técnico les pide y se ve reflejado en el campo de juego. De repente vienen caídas que son incomprensibles, difíciles de explicar, y eso convierte el proceso en este tobogán de subes y bajas.

Inclusive logramos obviar la eliminación de la Copa de la Liga en semifinales contra Estudiantes en un partido que Boca merecía ganar y que por una irresponsabilidad de uno de sus jugadores, Lema, lo termina perdiendo en los penales, en los que tantas veces lo ayudaron. Un partido que tenía totalmente dominado, que estaba jugando muy bieny que por una tontería lo pierde.

En este inicio de la Liga Profesional, en cuatro partidos, el equipo consiguió cuatro puntos de doce, muy bajo, con rivales que, a priori, sacando Talleres de Córdoba, Boca les tendría que haber ganado. Y, sin embargo, perdió dos de esos tres partidos y empata con Platense. Esos son las caídas, es el tobogán y el sube y baja que están empaneando la misión del técnico, que dio muestras claras de cuál es su ideología futbolística y a la gente le gusta.

Ahora, estas caídas futbolísticas, ¿a qué obedecen? Primero a la gran cantidad de lesiones y de cambios que tiene que hacer, cuando uno ya veía un equipo titular. Segundo, a la caída en el nivel estrepitoso de algunos jugadores, que están jugando muy mal.

Medina bajó ostensiblemente su nivel, por ejemplo. Lema no da pie con bola, Rojo es un irresponsable que se hace expulsar y juega poco porque se lesiona. Se lesionaron Anselmino, Figal y Blondel. Ahora se desgarra Equi, Zenón tocado.

¿Qué le pasa a este Boca físicamente? Ese también es uno de los puntos a revisar. Lo que está claro es que la ideología futbolística del técnico genera adhesiones, pero ya no es un cheque en blanco, porque no se puede permitir perder partidos como el que perdió en Tucumán y en Vicente López, porque por plantel, jerarquía, nombre, presupuesto, es 10 o 20 veces mejor que estos equipos.

Algunos dicen que es un plantel corto, Otros sostenemos que las lesiones hicieron que el plantel sea corto, porque le está faltando Anselmino, Zeballos, Langoni, muy seguido Cavani, Rojo, Figal. Son 6 jugadores que harían que este plantel sea más completo.

Boca se tendrá que reforzar y es necesario. El cheque en blanco ya no está más. Ahora sí hay límite de tiempos y límite en el nivel futbolístico. No hay que poner a Martínez en ninguna situación de riesgo, ni mucho menos, pero tiene que entender que debe buscar el mejor Boca y no puede permitirse perder más este tipo de partidos.

A reforzar el equipo, preparar el partido con Vélez y ese repechaje de la Copa Sudamericana que Boca lo tiene que pasar. De acá a fin de año tiene que encontrar el equipo titular y una línea futbolística que en este último tiempo la perdió.

Depende de Boca, de Martínez y de algunos jugadores que, como decía Bianchi, mejor que sean inteligentes que cracks. La inteligencia tiene que primar en un momento donde las papas queman.