Muy cuestionado. Su arribo y su andar como DT de Boca. Hugo Ibarra, junto a Roberto Pompei y Leandro Gracián estuvieron en el ojo de la tormenta desde que asumieron como entrenadores de Boca. Con un nivel flojo y resultados discretos llegaban a su partido más importante. Y vaya que aprobaron su primera gran prueba.

Se instaló en los medios durante los 10 días previos al Superclásico que Boca iba a jugar con línea de cinco, que iba a probar varios equipos, que iba a esconder, que iba a sorprender con los nombres y alguna cosa más, solo porque al Consejo le gustaba la línea de 5 (A Russo lo convencieron y a Battaglia no) y copiar lo que pasa en River (nunca se sabe que equipo pondrá su DT). Por suerte, Ibarra no entró en esas pavadas.

El DT de Boca, que se calzó el traje de DT y se creyó el técnico por primera vez, no escuchó a nadie. Mantuvo sus convicciones y armó un equipo con el sello que él cree que se necesita. Para él la línea de 5 nunca fue una chance desde el arranque. Siempre tuvo claro que era Figal y no Zambrano. Siempre supo que Payero y Ramírez eran titulares. Siempre vio a Benedetto titular con un acompañante: Langoni. No Briasco.

El jueves probó 433. La práctica salió buena. Pero él tenía decidido otro esquema: 442. Viernes y sábado lo ensayó. Ni los 5 en el fondo que querían, ni probar tanto, ni despistar, sin misterios y con un mensaje claro. ¡Actitud! Así quería ganarlo. Desde abajo un equipo sólido y tratar de sorprenderlo arriba. Hizo todo bien.

Boca fue superior a River en un flojo partido, pero Ibarra logró neutralizar el planteo (extraño) de Gallardo. Ese que parece que nunca se equivoca, sucumbió ante el novato entrenador.

Incuestionable elección de los jugadores: Figal y Rojo (hizo un esfuerzo tremendo para llegar después de su molestia en el aductor izquierdo) fueron las figuras. Payero fue el mejor del medio y Benedetto rompió la racha negativa justo en este partido. Tal vez, lo único que pueda reprocharle a Ibarra es la línea de 5 final: le regaló la pelota a River y pudo ser peligroso.

Boca se puso a 2 de la punta. Debe enfrentar a Huracán, Godoy Cruz y Gimnasia. Todos animadores del torneo. Boca se calzó el traje de candidato al título. Eso que había negado Ibarra cuando le pregunté el viernes y que el domingo después del partido admitió. Hugo Ibarra es el gran ganador del Superclásico porque no escuchó, siguió sus convicciones y le ganó la batalla táctica al inmaculado Gallardo.