Como todos los procesos que en general se dan, el Boca de Martínez fue un proceso evolucionado a partir de la llegada del técnico. Pasaron los meses lógicos de la adaptación, del entendimiento de los jugadores, de lo que pretendía el técnico. Los jugadores nuevos lograron, algunos, una adaptación sorprendentemente rápida, como las de Blanco y la de Zenón en especial, algunos que les llevó más tiempo, como inclusive la de Cavani.

La explosión de algunos jugadores que eran grandes promesas, que se conformaron en tremendas realidades, como Equi Fernández, como Cristian Medina. Y también la consolidación de algunas sociedades que en todo equipo tienen que haber. Por ejemplo, si hablamos de sociedades, Cavani y Merentiel, una. Si hablamos de sociedades, Medina-Equi, dos. Si hablamos de sociedades, Blanco-Zenón, tres. Si hablamos de sociedades, la de Lema y Rojo, es una sociedad en formación, todavía no totalmente consolidada, pero es una sociedad. Si hablamos de liderazgos, Rojo, volvió el gran capitán. Si hablamos de liderazgos, Cavani, un tipo positivo para el grupo independientemente de lo futbolístico.

Si hablamos de liderazgos, Chiquito Romero, que pone el pecho aunque a veces le salen mal las cosas, el tipo siempre da la cara y está ahí para apoyar y apuntalar a sus compañeros. Y si hablamos de revelaciones y de explosiones, como venimos diciendo, Kevin Zenón. Hace 10 años que juega en Boca, parece. Si hablamos de explosiones, el Equi Fernández, el cinco que Boca buscaba, dueño y patrón de estancia. Un jugador espléndido, extraordinario, ojalá que lo podamos disfrutar por mucho tiempo. Si hablamos de explosiones, la de Cavani, 10 goles en 9 partidos, juega y hace jugar, derrocha calidad, dierazgo, actitud, Cavani, nacido para jugar en Boca.

Si hablamos de explosiones, la de Miguel Merentiel en los últimos partidos, volvió al gol, que tanto pero tanto lo necesita. Si hablamos de explosiones y consolidaciones, Luis Advíncula, otro que está nacido para jugar en Boca, con unos huevos de hierro. Todo esto que les voy diciendo conforma esta evolución del Boca de Diego Martínez.

Que va a jugar una semifinal, que va a jugar un partido importante, que uno va a la cancha sabiendo a lo que juega Boca, que los jugadores interpretan lo que quiere el técnico, que Boca logre una identidad de juego, que juega bien al fútbol, que tiene jugadores como Medina, como Zenón, como Equi, que les dan fútbol, que tienen la explosión de Cavani-Merentiel, que tiene los huevos de Advíncula, los centros de Blanco, el liderazgo de Lema y de Rojo. Boca tiene un equipo para soñar, para ilusionarse, Boca tiene un equipo, Boca tiene un equipo para que esta historia tenga un final feliz.