Veníamos diciendo que Boca había encontrado un rumbo, había mejorado su rendimiento, este volver a la fuente de la idiosincracia y ADN xeneize que nos impulsa a ser protagonistas que todas las canchas por historia, por tradición, planteles, hinchada y porque Boca es el club más ganador de la Argentina.

Por todas estas cuestiones y la recuperación de la identidad que uno iba percibiendo partido tras partido. Lamentablemente en estas últimas dos semanas hemos percibido un retroceso en eso porque, si bien se ganó el encuentro por Sudamericana ante Trinidense, la sensación que quedó fue que al equipo le faltó ese plus que venía resaltando en las últimas fechas y no dejó todo, independientemente de que era superior aún con el equipo alternativo.

Así y todo, Boca fue a La Plata a buscar la clasificación directa a la próxima ronda de la Copa de la Liga. Lo más preocupante haciendo a un costado la derrota y que uno quería meterse entre los cuatro, cosa que sigue dependiendo del Xeneize, uno termina preocupado por el abandono de la identidad futbolistica que se había conseguido. El ser protagonista, peligroso en ataque y porque se había generado una gran expectativa de fútbol con ese mediocampo con Medina, Equi Fernández y Zenón.

Creo que al equipo le hizo mal el regreso de Pol, y no es nada contra él, simplemente lentificó el juego y contra el Pincha su aporte fue nulo en zonas del campo de juego donde el equipo antes sí lo tenía y era importante en la levantada que lo colocó a Boca con muchas chances de clasificar. Perdieron protagonismo el resto de los mediocampistas y la pelota no le llegó a los delanteros.

Además, Blanco no fue tanto al ataque y estaba como contenido, Advíncula un poco más. Uno tiene la sensación de que Boca y el entrenador se enamoraron del empate y no quiso arriesgar más de la cuenta, a pesar de que era superior a Estudiantes hasta el gol y el error grosero del arquero.

El plantel ahora está en una situación de ganar o ganar, pero tiene que volver a su ADN, su forma de jugar que lo llevó a este momento de depender de sí mismo. Abandonar la fuente y la idiosincracia de ser protagonista le hizo perder el partido. No es por ahí, Martínez.

Tiene que volver la esensia de este equipo, juntarse, tocar, generar peligro, alimentar a los delanteros con los laterales. En La Plata careció de esto y ahora está en un momento incómodo, afuera de los cuatro primeros. Hay que ganarle al puntero y al mejor equipo del campeonato, que va a venir con los titulares a La Bombonera. Esto ya tendría que haberse solucionado contra Estudiantes.

Por último, y no menos importante, por la expulsión de Blanco, el 3 de Boca tiene que ser Fabra, sin dudas. Además, terminemos con Pol Fernández, que le resta movilidad y le saca un jugador al equipo. Es una buena alternativa para los últimos 20 minutos. Martínez tiene que tomar decisiones y lo apoyamos.