Opinión - Martín Arévalo
El arquero, que fue decisivo en cada momento del último año y que tuvo que ver con cada conquista, aún no arregló su continuidad y hoy, está más lejos que nunca de seguir en Argentina.
Por: Martín Arévalo
30 de diciembre de 2022
¿De qué se trata esta historia? Primero, de algunos desencuentros. Allá por agosto, blanqueados por los propios protagonistas. Después con algunos intentos válidos para acercar posiciones y buscar llegar a un acuerdo.
Un poco más tarde, allá por noviembre, con una última oferta de Boca, superadora de la inicial solo en un aspecto. Misma duración de contrato, mismo salario, bajaba la cláusula de rescisión (por si a Rossi lo buscaba alguien de afuera), pero le daban el 30 por ciento del pase en el caso de que fuera vendido. Ejemplo, si a Rossi lo vendían en 10 millones de dólares, a él le corresponderían 3. Sin embargo, era condicional a la venta.
¿Y si no había venta? Era lo que planteó Miguel González, el representante del arquero en la última charla. En esa charla hizo una nueva propuesta de parte del arquero pero jamás volvieron a hablar. Todo fue amigable, pero desde el 18 de noviembre a hoy, las partes no volvieron a charlar, y el 1 de enero, el arquero puede negociar como libre con el club que quiera. Está claro que el futuro no está en Boca, y que se acercan las últimas horas para un acercamiento.
¿Qué se le viene a Boca? La decisión sobre Rossi. Si no hay acuerdo, deberá ver si sigue atajando hasta junio, cuando efectivamente quede libre, o desde ahora ya no lo involucra más en el equipo, algo como lo qué pasó con Cristian Pavon, con la gran diferencia que hoy por hoy Rossi es uno de los jugadores más queridos por la gente. De hecho, en cada cancha que pisaba el arquero de Boca era ovacionado por la gente, en la Bombonera o en el interior.
Rossi tuvo llamados de varios equipos del mundo: Inter, Fiorentina, Gremio, Milán, y el más insistente desde siempre: Flamengo, el actual campeón de América.
Una opción que existe es que si Rossi firma libre con Flamengo para junio, el club brasileño llegue a Argentina para pagarle a Boca una cifra que acuerden y se lo pueda llevar en enero. La cuenta que hacen en Brasil es ahora algo, en junio nada. Y ahí depende de lo que quiera hacer Boca con Rossi. ¿El Xeneize puede vender a Rossi a seis meses de quedar libre sabiendo que no va a arreglar su contrato? Sí, decididamente. Pero depende de una decisión que se debe tomar.
¿Boca puede quedarse con Rossi hasta junio sin usarlo? Sí, decididamente puede, pero sería un gran pecado por todo lo que le dio a Boca y porque además es uno de los jugadores más queridos. ¿Alguien imagina que Rossi puede caminar hasta el banco de los suplentes para sentarse por un tema contractual? Muy difícil, por no decir imposible.
Quedan pocas horas para que termine el 2022, están a tiempo de arreglar con el arquero que aún sigue perteneciendo a Boca, pero la última charla fue hace cuarenta días. Es decir, que hoy es más un deseo de la gente que una realidad. Hoy ya casi es una utopía.
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