En el Nuevo Gasómetro, las bajas de Bruno Valdez y de Luca Langoni no llamaron la atención en un principio. Sin embargo, con el correr de los partidos las lesiones crecían periódicamente.

Almirón había dirigido su primer partido con tan sólo 2 entrenamientos. ¿Fue tiempo suficiente para encontrar en su nueva metodología de trabajo la causa de aquellas 2 lesiones?

Almirón llegó con un sistema de juego, donde la dinámica, la intensidad y la velocidad no se negocian. El mensaje se lo bajó a Pablo Santella, el preparador físico que debió sumar a su cuerpo técnico por pedido del club. El plantel definitivamente comenzó a trabajar de una manera mucho más exigente de la que lo hacía con Hugo Ibarra.

Al partido siguiente, Almirón debutó en La Bombonera ante Estudiantes. Fue con derrota y con 2 bajas más. Las lesiones de Juan Ramírez y Ezequiel Zeballos aumentaban a 4 el número de bajas. El volante había sufrido una lesión muscular, mientras que Changuito comenzó a lidiar con su rodilla derecha recientemente operada de meniscos. Lamentablemente, El Changuito aún todavía no ha podido recuperarse.

En este caso, sí podríamos relacionar el desgarro de Ramírez con la nueva y exigente forma de trabajo después de 4 entrenamientos. Sin embargo, el caso de Changuito nada se relaciona con los nuevos métodos de trabajo.

Ya con una semana de entrenamiento, en La Bombonera frente a Deportivo Pereira lo esperaba la Copa Libertadores. Su centrodelantero es Darío Benedetto y casualmente Almirón le pide a sus nueves que no se cansen de presionar. El Pipa no pudo terminar el partido por un desgarro en el soleo de la pierna izquierda. El contraste entre la vieja forma de trabajar y la nueva comenzaban a dejar cicatrices.

Abril finalizaba con 5 lesiones, 4 de ellas musculares. Y mayo arrancaba con una nueva lesión de Langoni en el mismo lugar que se había desgarrado frente a San Lorenzo, justo cuando estaba listo para volver frente a Colo Colo, en Chile.

Después del partido con Belgrano, Agustín Sández se sumó a las bajas por una fascitis plantar y luego del partido de Libertadores en Colombia, Pol Fernández y Martín Payero aumentaron el número con más lesiones musculares. De esta manera Mayo culminaba con 4 lesiones, 3 musculares.

Algo había que cambiar y Almirón decidió llamar a su PF de confianza con el que venía trabajando hacía mucho tiempo. Diego Ossés se hizo cargo del plantel el 2 de junio.

Con el desgarro de Marcos Rojo arrancó el mes actual, e increíblemente no frenaron las lesiones. El partido de Copa Libertadores ante Colo Colo de local dejó nada menos que 4 bajas más. Los desgarros de Frank Fabra, Miguel Merentiel y otra vez en el mismo lugar Luca Langoni se diferenciaban por su gravedad de la lesión ligamentaria de Luis Advíncula.

Y como si fuera poco, en la previa del partido con Lanús, Norberto Briasco no se pudo entrenar con normalidad durante toda la semana debido a una molestia muscular.

Junio no finalizó aún y Almirón ha sufrido 6 bajas por lesión en 10 días. Claramente, el plantel estaba acostumbrado a trabajar de una forma mucho menos exigente de la que propone Almirón desde su llegada y aún más todavía desde el arribo de su PF predilecto. El técnico de Boca quiere un equipo rápido e intenso.

Según aseguran los expertos en el tema, el cambio brusco de metodología quizás siga produciendo lesiones hasta que Almirón pueda comenzar a trabajar de cero en la próxima pretemporada. Lo cierto y preocupante es que en 2 meses, Boca ya sufrió 15 lesiones y 13 jugadores lesionados.