Definitivamente: el cinco de Boca. Y le queda tan bien. Joven, aguerrido, ágil, con entrega, sacrificio e inteligente. Hecho a la talla del club. No le pesó ni le pesa. Se pone hasta la cinta de capitán. Grita, ordena, manda. Y juega. Ah, y tiene 21 años. Alan Varela, el amuleto de Boca.

No es menor, ni es una casualidad, ni tampoco fortuna que el juvenil Xeneize se haya consolidado como el volante central titular del equipo. Cuando el equipo tambaleó, Sebastián Battaglia probó con Pol Fernández, que fue una rueda de auxilio, pero no era la rueda necesaria para hacer funcionar la máquina. Todo volvió a su lugar, Alan agarró de nuevo la titularidad y los tornillos se ajustaron bien fuerte.

Salvando el arco, que es un puesto difícil de cambiar en cualquier club, en casi todos los sectores del campo se rotó, excepto en uno: el cinco. Claro, con la jerarquía que sale de la joven experiencia que tiene Varela, pero con la altura de cualquier experimentado, no hizo falta. Y no solo por su rendimiento individual, sino por cómo rindió el equipo con él en cancha. De acá, nace el amuleto. ¿Por qué?

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- Boca Juniors (@BocaJrsOficial) October 21, 2022

Desde que Fernández volvió a su puesto natural, de mediocampista por derecha, y Varela se convirtió el cinco titular de Boca, los de Azul y Oro solo perdieron cuatro partidos (Central Córdoba, San Lorenzo, Patronato y, recientemente, Newell's) de los últimos 33 disputados. Un disparate.

Este domingo, de la mano de Ibarra, el Xeneize puede levantar un nuevo título. Y mucho tendrá que ver el rendimiento de Varela en todo el torneo, donde tuvo partidos desde importantísimo a bueno. Ya tiene tres títulos, ¿alzará el cuarto?