Tan cierto es que Boca no juega bien, como que siempre llega a las finales. Es definitiva, habrá que pensar que Riquelme tiene razón. Y utilizar su frase de cabecera: "seremos los menos malos de todos".

Lo cierto es que este domingo el equipo de Sebastián Battaglia jugará una nueva final. Esta vez frente a Tigre, mismo rival con el que perdió allá por el 2019, cuando Gustavo Alfaro era el entrenador.

El plantel partió este sábado rumbo a Córdoba, luego del empate vs Corinthians 1-1 por la Copa Libertadores, que lo obliga a ganar en la última jornada ante Deportivo Cali en La Bombonera y después con una semana que tuvo el tema Villa como centro en todos los medios.

Así y todo, el grupo partió distendido. Los 25 futbolistas que componen la lista de concentrados disfrutaron de buena música en la espera del chárter con Marcelo Weigandt como DJ. Izquierdoz y el Pulpo González, de los más grandes, algo alejados del bullicio. Sebastián Battaglia mataba la espera con un libro mientras que Orsini, Rojo y Briasco disfrutaban de unos buenos mates (cada uno con el suyo).

En lo que respecta al equipo, no hay confirmación, pero todo hace suponer que tampoco habrá sorpresas: Rossi. Advíncula Izquierdoz Rojo Fabra. Pol Fernández Varela Romero. Salvio Benedetto Villa.

Una victoria le dejará al Xeneize una estrella más. Una nueva final ganada y un envión anímico más que importante, de cara al duelo del jueves por la Copa. Sobre todo, la confianza que este grupo necesita para demostrar, y demostrarse, que clase de candidato puede ser en el certamen continental.