El rostro de nuestros futbolistas, las declaraciones con impotencia de nuestro DT y la desazón con el que se fue el hincha de Boca ayer de la Bombonera, es el todo de cómo sentimos la eliminación ante Corinthians. Pero como pasó en las buenas, que el Xeneize no tenía descanso y había que pensar en lo siguiente, tendrá que pasar ahora en la mala y hay que dar vuelta la página: el próximo partido, el clásico ante San Lorenzo.

El duro golpe y la amarga sensación habrá que dejarla atrás ya. El sábado el equipo de Battaglia tiene que ir a ganar al Nuevo Gasometro y volver a sumar de a tres en el torneo local. De seis fechas, ganó tres y perdió tres. No hay margen para dejar pisada, siendo nuestro principal objetivo.

Sin día de descanso ni mucho menos, esta tarde, desde las 16, el actual campeón del fútbol argentino deberá presentarse en el Predio de Ezeiza para empezar a preparar el encuentro ante el Ciclón. Seguramente, los futbolistas que disputaron el encuentro ante el Timao, hagan tareas regenerativas.

Por su parte, Battaglia deberá empezar a ver cómo terminó cada uno después de la eliminación y evaluar no solo lo físico, sino también lo anímico. Hay tres días de trabajo por delante y Boca tendrá que salir con lo mejor en la séptima fecha de la Liga Profesional.