Los jugadores de fútbol son trabajadores. Ganan su sueldo, tienen premios, incentivos y cobran todos los meses. El público y el hincha deben asimilar que son laburantes y ganan su sueldo trabajando de jugadores de fútbol. Tienen obligaciones: entrenar, estar bien físicamente, cumplir horarios y régimenes de comida que les imponen. Tienen derechos y obligaciones.

¿Por qué arranco diciendo esto? Para que el lector también pueda comprender. Vamos a tomar este ejemplo: un operario de una fábrica es un laburante que debe cumplir horario, rendir al máximo en su función, tener objetivos que pone la empresa y luego recibirá su sueldo. En algunos casos recibe bonificaciones por objetivos y rendimientos. Lo mismo pasa con un médico que trabaja en una clínica. Tiene que llegar sobrio y en buenas condiciones al día laboral, buena predisposición con sus pacientes y que seguramente cobrará incentivo por realizar más o menos operaciones, por trabajar en guardias nocturnas, por dos días seguidos de turnos de 24 horas. Así en todos los trabajos. El jugador de fútbol también.

¿Puede alguna de esas personas sentir un sentimiento de pertenencia con las empresas para las que trabaja? Sí, por supuesto. Porque la empresa le reditúa bien, le paga bien, lo hace crecer profesionalmente, le ofrecen posibilidades de ganar más, porque la empresa se ha comportado bien familiarmente, etc. Siente como que el lugar donde está, inclusive a veces más que en su propia casa, pasa a ser parte de su vida y de su familia. Siente un sentido de pertenencia y quiere pertenecer. Esta misma persona, si la vienen a buscar para trabajar afuera, va a saber que va a ganar más plata porque la moneda en el exterior está más fuerte.

Todo esto que dije está relacionado con el jugador de fútbol. Lo llevamos al jugador de Boca. El jugador de Boca tiene que sentir la sensación de estar jugando en el equipo más importante del mundo y con una de las hinchadas más gloriosas, grandes y fieles del planeta. Ponerse esta camiseta no es cuestión para cualquiera. Son muy pocos los privilegiados que pueden usarla. Por supuesto que trabajan, ganan plata y que van a pelear por sus premios, recompensas y objetivos. Ahora... Tienen que sentir el honor de pertenecer al club más importante de la Argentina. Todos los meses te paga, te hace famoso, te pone en la vidriera para que vengan del exterior, te compren y puedas ganar más plata.

Vamos a poner un ejemplo: Leandro Paredes se fue a jugar a Europa y gana más plata, pero en todo momento dice 'yo voy a volver a Boca porque es mi casa y es un honor'. No va a volver gratis. Va a ganar menos plata que en Europa, luego de que ya la hizo, pero va a jugar porque tiene ganas y siente pertenencia con la institución. Riquelme cuando volvió de Europa sabía que iba a ganar menos plata acá, pero quería volver y volvió. Sentía pertenencia con la institución y la quería. Sabía que iba a ganar menos plata pero no vino gratis, vino a trabajar porque es su trabajo. Palermo cuando se fue a España después dijo 'quiero volver a Boca' y volvió, pero gratis no porque ganaba plata pero sentía pertenencia. Lo mismo pasa con Guillermo y tantos otros.

Les voy a dar un ejemplo contrario: Ever Banega. Él ya está hecho. Jugó en equipos importantísimos de Europa como Valencia y Sevilla, y también jugó en la liga de Italia. Hizo una diferencia importante e inclusive cuando lo vendieron. Ahora tiene la posibilidad de volver a Boca y prefirió seguir haciendo la diferencia yéndose a jugar al fútbol de Arabia. Son decisiones. Evidentemente no hay sentido de pertenencia.

Por eso, esta política de Riquelme de que haya laburantes del fútbol pero que tengan sentido de pertenencia, para mí es la correcta. Está bien que él diga que 'el que no quiere jugar en Boca que no juegue'. Que se vaya. Está bien. No hay que empezar a hacer un drama o un análisis por eso.

¿Saben por qué? Porque Boca es el único club argentino que paga los sueldos de los jugadores, las primas y los premios. Lo hace puntualmente. Segundo, los sueldos más altos en nuestro fútbol se ganan en Boca. Si hay algún loco desaguisado que paga más, en algunos casos como River Plate, será un problema de ellos a futuro, o no. Pero deber 90 millones de dólares y pagarle a un técnico 7 millones de dólares por año es una incoherencia. O traer un jugador y gastar 5 millones también es una incoherencia si tenés dicha deuda.

Lo que pregona Riquelme es un equipo de jugadores que: ganen buena plata, proporcional a lo que es el mercado argentino, que estén al día, que peleen por sus derechos laborales pero que sientan el honor y el orgullo de pertenecer al club más importante de la Argentina. Lo apoyo 100% a Román. Así debe ser.

Por eso celebro y levanto una copa porque se le renovó el contrato a Varela, porque se le está por renovar el contrato a Vázquez, al Chango Zeballos, al Colo Barco, a Aaron Molinas y a Cristian Medina. Todos pibes con sentido de pertenencia y que, en algún momento, van a querer dar el salto e ir a Europa y es lógico que eso ocurra, pero hoy sienten pertenencia por el club. También levanto la copa porque Boca está por cerrar la incorporación de Adonis Frías, que va a venir de Defensa y Justicia, que ganaba X, y va a ganar el triple acá. Pero aparte, él muere por jugar en Boca y es hiper bostero. ¿Viene gratis? ¡No! Viene a ganar más plata que en Defensa. Pero viene con el orgullo de ponerse esta camiseta porque sabe que su familia y su entorno siempre soñó que Adonis juegue en Boca. También brindo por Darío Benedetto porque sacrificó un contrato en dólares para venir a ganar menos que en Europa. Está cobrando un buen contrato pero en pesos. Va a cobrar más en Europa. Vino porque tiene un sentido de pertenencia con Boca, como tantos otros que han venido y que sintieron eso.

Los que no quieren jugar en Boca que no jueguen. Que vayan a buscar otros horizontes y, tal vez, encuentren ese sentido de pertenencia que acá no los sintieron. Brindo por Riquelme por el hecho de tener jugadores que, independientemente de que ganen un buen sueldo, tienen sentido de pertenencia con la institución. Que sean conscientes de donde están jugando y qué camiseta se están poniendo: el club más importante del mundo. Donde tienen una hinchada única. Que vengan a ganar dinero, sí, pero que se sientan orgullosos de trabajar en Boca Juniors. Y que, sacando el tema de la plata, tengan un sentimiento que le sea importante y que les haga tomar decisiones justas. Que de repente no hagan planteos antes de partidos trascendentales porque quieren a la empresa, en este caso, Boca. Y también brindo por Román y por todos nosotros que sentimos pertenencia con la hinchada más grande del mundo y con el club más grande del planeta. Cada uno de nosotros es laburante y llevamos en el corazón a Boca. Nos sentimos orgullosos de pertenecer a este mundo. Yo pretendo lo mismo de los jugadores, técnicos y dirigentes. Brindo por esta decisión: que estén solamente los que quieran estar y tengan ese sentido de pertenencia.