Difícil poder analizar el partido con el final que tuvimos en San Luis. Porque se desnaturalizó todo, porque no es normal ver a los jugadores de Boca sacados de esa manera y sobre todo porque es injusto para el Xeneize definir una Copa habiendo sido el único campeón del año.

Nada para reprocharle a Boca, que volvió a estar en las instancias finales como debe ser, y hoy, mientras el partido fue partido, estuvo a la altura. Se vió un equipo protagonista, que lo fue a buscar y sobre todo en el arranque impuso las condiciones, manejando la pelota, no dejando jugar a Racing. No dejó pensar al equipo de Gago.

Las expulsiones de Villa y Varela hicieron crecer a Racing, que se empezó a sentir más cómodo y se vió obligado a ir al frente para ganar el partido.

Es lógico que haya bronca y tristeza por la derrota, pero el balance general del año termina siendo positivo. Se consiguieron 2 títulos, se le ganó los 2 clásicos a River y el plantel pudo sobreponerse a varias situaciones de conflicto que le tocó vivir.

Es cierto también que el gran objetivo, la obsesión de todos, la Copa Libertadores, otra vez quedó en el camino. Pero para eso, es necesario dar un salto de calidad, de jerarquía en el plantel.

Se termina el año futbolístico para Boca, que ahora tendrá un merecido descanso. Y la gratitud de todos los hinchas Xeneizes.