Bien que Roman esté presidiendo la delegación, algo que debería ser normal lo estamos alentando y elogiando. Este es el Riquelme que queremos, que sea la cabeza visible en cualquier partido de Boca, no solamente en este que Boca necesita cosechar algo, empatar o ganar, sino siempre.

No es lo mismo viajar sin Román que con él. No es lo mismo para el jugador verlo a Roman que no verlo. No es lo mismo para el árbitro saludarse con Roman que con cualquier otro dirigente de Boca. Este es el rol protagónico que le pedimos a Riquelme, que esté siempre con el plantel, en la Bombonera, en Ezeiza, en Bolivia y en cualquier parte del mundo.

Este es un momento en el que Riquelme tiene que ponerse el traje de lo que es, el líder absoluto de Boca Juniors. Por encima del presidente y de cualquier otro dirigente. No hay un solo dirigente, integrante del cuerpo técnico, jugadores o consejo de fútbol que tenga el sello propio y el poder distintivo que tiene Roman.

Esto que estamos elogiando, esto que debiera ser normal, es lo que queremos siempre para que Boca comience a recuperarse. Bien por Riquelme acompañando a Boca a Bolivia. Ojalá que sea el puntapié inicial para que Roman esté en todas partes con el plantel de Boca.