En estas líneas y en nuestros envíos diarios al aire por televisión y radio, he cuestionado la elección de los entrenadores de esta gestión. Tal vez sea, lo mas criticable de la gestión Riquelme al mando de Boca.

Hagamos un poco de memoria: ganó la elección y contrató a Russo. En ese momento tenía lógica. El ultimo DT Campeón de la Libertadores, un entrenador con perfil bajo y que sabía manejar el mundo Boca. Su ciclo arrancó con titulo y semifinales de Copa, ganó la Copa Maradona. Todo decayó y hubo que echarlo después de una racha insólita para Boca. 10 partidos sin ganar y 1 victoria en 16 juegos.

Cuando se fuera Russo, el DT estaba puesto: Sebastian Battaglia, que conducía la reserva, iba a subir a Primera. Y así fue. También ganó 2 títulos, pero el nivel del equipo nunca fue bueno. Lo mantuvo en el cargo la Copa Argentina que le ganó por penales a Talleres sin patear al arco. Lo echaron después de quedar eliminado con Corinthians, de local en 8vos de Libertadores, por echarle la culpa al Consejo de no traer refuerzos.

Aparecía Ibarra. Interino con San Lorenzo. Confirmado a las 48 hs hasta fin del 2022. Salió Campeón de un torneo que llegó a estar a 12 puntos. Perdió semifinales con Patronato de Copa Argentina y perdió la final con Racing en San Luis. Le renovaron. El nivel del equipo era peor que con su predecesor.

Arrancó este 2023 cuestionado y perdió con Racing en Abu Dhabi. Le ganó a Patronato la Supercopa y llegó a los 2 títulos también. Pero el equipo arrancó muy mal el torneo y la relación con el plantel fue determinante para que el ciclo se terminara. Fueron por Martino y era indiscutible la elección. Se tenían fe. Dijo que no y provocó este vacío.

Riquelme busca un entrenador que sea capaz de revertir un presente futbolístico que lleva mas de 3 años, que le ha dado títulos a Boca, pero que jamás convenció puertas para adentro.

Busca un entrenador que el hincha, después de tanto hermetismo tras el no del Tata, adopte y confíe en él. Busca un entrenador con espalda y jerarquía para la Libertadores que comenzó y para un año político. Es cierto que no sobran opciones. Pero algunas arriba de la mesa, serían demasiado arriesgadas.

Riquelme tiene que tomar una decisión. La mas difícil, en estos años como responsable del futbol en Boca. RIQUELME DEBE ELEGIR UN ENTRENADOR PARA BOCA. UNO EN SERIO. BASTA DE INTERINATOS LARGOS. La gente lo pide. Él, mas que nadie, sabe lo que la gente quiere.