Hasta acá, el conjunto de Hugo Ibarra jugó 4 partidos. Dos derrotas, San Lorenzo y Argentinos. Y dos victorias, con Talleres y la última, frente a Estudiantes.

Justo la del fin de semana fue la mejor. Por juego, por llegadas, por la jerarquía del rival y porque se vieron algunas ideas llevadas a la práctica. Casualmente o causalmente, las dos victorias tuvieron el mismo esquema: 4-3-3. El mismo que utilizaba Battaglia. Y los nombres fueron casi los mismos. En ambos partidos se repitieron 10 jugadores, lo que cambió fue el ingreso de Vázquez por Benedetto, que tenía un esguince de tobillo y lo vio desde la tribuna.

Al xeneize ahora se le vienen dos rivales de los que lo pueden ayudar a ratificar la levantada. Uno es Patronato y el otro es Platense. Haciendo las cosas bien, Boca se puede prender arriba y ya pararse desde otro lugar cuando le toque jugar con Racing y Rosario Central.

¿Que tiene que sostener para seguir alimentando el crecimiento que se vio con Estudiantes? La presencia de Varela en el círculo central. Faltó con Argentinos y el equipo de Ibarra no tuvo medio. Pese a que Campuzano fue de lo mejorcito en la noche negra de La Paternal.

La llegada de los volantes al área: Pol marcó el gol, un dato que grafica todo. Fue a buscar un centro de Vázquez y terminó abriendo el partido contra Estudiantes. Amén del buen nivel de Pol, Ramirez también levantó su nivel y fue mucho más eléctrico que lo que mostraba su nivel en los partidos anteriores. Y Romero, cuando fue a buscar la pelota al centro, terminó metiendo una asistencia de lujo para el gol de Villa.

Otro buen punto fue la presión de los puntas. Vázquez, en la ausencia del goleador Benedetto, hizo un trabajo bárbaro en la salida del equipo rival. Tanto es así, que el primer gol llega de un quite de Vázquez que fue a buscar una pelota pasada que parecía perdida.

En definitiva, Boca recuperó la sonrisa y pasó el temblor después de un partido malísimo con Argentinos. Y lo que es más importante, volvió a disputar un partido como se juega una final. A dientes apretados y a ganar cada pelota dividida. Así pasó por encima a Estudiantes. Que siempre es complicado y que es uno de los equipos argentinos que están clasificados a cuartos de final de la Libertadores. Tuvo 10 o 15 minutos de distracción pero no más que eso. ¿Fue Perfecto? No. Decididamente no. Pero desde donde venía el equipo, el partido contra el Pincha fue un gran paso adelante.