Se puede decir que la derrota frente a Unión por 2-1 no estaba en los planes ni del más pesimista hincha de Boca. Después evaluamos qué equipo dispuso Sebastián Battaglia, pero caer como local ante un equipo que venía de ser goleado en Santa Fé, es un llamado de atención.

Estamos de acuerdo que dada la cercanía del duelo por Copa Libertadores frente a Corinthians, con un viaje a Brasil incluído, la decisión del DT de poner un equipo alternativo, no era discutida por nadie. La prioridad siempre fue el torneo internacional.

Ahora bien, nadie puede negar que el once muleto de Boca es superior a lo mejor que puede presentar Unión. De ahí la preocupación de la caída.

Por medio de un penal en contra, lo perdía 1-0. Por la misma vía lo empató Salvio, que mientras negocia la renovación de su contrato, jugó un partido correcto. Cuando parecía que era empate, sobre el final, con otro tiro desde los 12 pasos que derivó en la expulsión de Carlos Izquierdoz, el Tatengue se llevó los tres puntos para Santa Fé.

La presencia del colombiano Fabra fue la única cara titular de un equipo que mostró, por momentos, pasajes de poco fútbol debido al poco rodaje que tienen en la semana. Sobre el final, sumaron minutos Zeballos y Villa, pero poco pudieron hacer para llegar al gol.

Hay que dar vuelta la página rápidamente. Que esta derrota forme parte del pasado y encarar lo que viene. Será el martes vs el Timao. Partido de ida de los octavos de final. Ahí debe aparecer el juego del Boca titular que ilusiona a todos.