El jugador de fútbol que tiene la chance de jugar en equipos del ascenso, equipos modestos, de crecimiento y que sueñan siempre con jugar con Boca, se prepara de una manera especial para jugar estos partidos.

¿Cómo se habrá levantado este muchacho ayer? ¿Cebado, ilusionado? "Voy a jugar contra Boca, voy a marcar a Benedetto, a Villa, a Zeballos, a Romero, a Molinas. Que lindo poder jugar contra Boca, con 20 mil personas. Nosotros acá en Carlos Casares jugamos con simplemente 3 mil o 2 mil personas, es la oportunidad para que me vean todos por televisión, en todo el país. Que lindo, es el sueño. ¿Y si de repente juego bien y Roman que está en la cancha me ve?" Que cebada que tenía este muchacho.

¿Cuál es el límite? ¿Quién pone los límites? Ayer se jugó con la salud, con la integridad y con la carrera de un jugador de fútbol joven, noble, una esperanza de Boca, del fútbol argentino y mundial. Una patada así puede terminar una carrera, porque la suerte que tiene Zeballos es que no es pesado. Si hubiese sido más pesado, la lesión hubiera sido peor todavía. Como es liviano, pudo zafar un poco de esa patada asesina y de caer de una manera más pesada que le hubiese generado quizás una rotura de ligamentos, una fractura expuesta... tantas cosas le podrían haber pasado al pibe.

Ayer este muchacho Leyendeker, excedio un límite. Porque el límite lo tiene que poner la sociedad, el fútbol, los dirigentes que manejan el fútbol y ni siquiera el árbitro, que primero le mostró amarilla y después el cuarto árbitro lo corrigió y le marcó la roja directa. El réferi hizo lo que tenía que hacer, lo echó. Ahora, hay que ponerle límites a este tipo de situaciones. Hay que cuidar al ser humano, a las joyitas del fútbol argentino. No podemos permitir que esto pase desapercibido. ¿Quién pone los límites?

Desde el club y desde Puro Boca tenemos que exigirle a la AFA, al tribunal de disciplina que este jugador que cometió este asesinato futbolistico con un colega que se gana la vida igual que el, y que tiene la suerte y el mérito de jugar en Boca (porque hay que ser bueno para jugar en el xeneize, no solamente saber pegar patadas) puso en riesgo la carrera de este pibe. Entonces que se aprenda a poner límites, y que se pongan ya. Este muchacho no puede jugar por un buen tiempo. Tienen que servirle a él, a su club y al resto de los jugadores de fútbol para que sepan que estas cosas no son gratis, que si vos sacas a un tipo de la cancha 3 o 4 meses, tenes que estar por lo menos ese tiempo afuera también. Es lo mínimo que se puede pretender.

Cuidemos a los jugadores de fútbol y especialmente a los que son habilidosos, porque después nos sorprendemos cuando vemos partidos mediocres, con jugadores que no valen un mango, porque a los buenos no los sabemos cuidar. ¿Cuántas veces lesionaron a jugadores promesa? Me acuerdo de una patada del "Pacha" Cardozo a La Paglia, y después de esa patada La Paglia no volvió a jugar nunca más como él sabía hacerlo, después de ser una gran promesa pasó a ser un jugador más. O también una de Vangioni al "Burro" Martinez, donde Trucco se hizo el sota y lo dejó pegar hasta que lo partió, y después nunca volvió bien.

Si los dirigentes no van a poner límites... sin los jugadores no hay fútbol y para que haya y del bueno, hay que cuidar la integridad de los jugadores. Exigo para este muchacho de Agropecuario que por lo menos no juegue el tiempo que el changuito esté afuera. Y si puede ser más, mejor todavía. En un momento en donde la sociedad pide justicia para tantas cosas, yo pido justicia para Zeballos.